El funcionamiento del Cosmos es más sencillo que el mecanismo de un botijo.

El Cosmos son las dos fuerzas del Yin y el Yang, combinadas de distintas formas, en tres dimensiones del tiempo, el tiempo de Cronos, el tiempo de Aion y el tiempo de Kaios, y le acompaña la otra fuerza: el espacio. Vale, el espacio y el tiempo tal y como los percibimos son el producto de estas dos fuerzas en el movimiento, el tiempo estaría ligado con la energía, lo intangible, y el espacio estaría ligado con la fuerza de la gravedad, lo tangible.

¡Sí! Estamos cercados por esas dos fuerzas, pero, ¿dónde están esas dos fuerzas?

Están aquí, con nosotros, y son tan cotidianas como el respirar. Observad la famosa manzana de Newton: no solo está sometida a la fuerza de la gravedad, sino que también está ahí la otra fuerza, porque esa manzana tiene temperatura, calor: la energía.

 Estas dos fuerzas del Cosmos están en un armonioso y constante movimiento. Acompañándole los siete principios herméticos: El universo es mental. La polaridad. El ritmo. Causa y efecto. Todo tiene los dos géneros. La correspondencia: lo que es arriba es abajo y lo que es abajo es arriba. Nada esta inmóvil, todo está en movimiento, todo vibra.

Ya os digo que, el Cosmos son números, matemáticas, diferentes secuencias numéricas en sus diferentes sistemas numéricos.

Visto todo esto, que sepáis que somos emociones, donde esas emociones son las que nos hace sentir en el cuerpo físico, que estos son los sentimientos. Todo esto tiene como resultado la química que se produce en el cuerpo, y el culpable de todo esto son los pensamientos.

Es un bucle de pensamientos emociones y sentimientos, donde estamos creando nuestra realidad. Ya lo decía Jung y Tesla: todos somos uno. En el cual cada uno es un mundo diferente, porque cada uno tiene, crea, y vive en su realidad.

.COMO YA HEMOS VISTO