¿Qué son los chakras?

En el libro: ¨El libro completo de los chakras¨, de Liz Simpson, da esta definición de los chakras.

Los chakras son vórtices metafísicos de energía giratoria, que los sitúa en siete centros importantes a lo largo del cuerpo, desde donde controlan la fluencia de las energías sutiles. Simbolizan la conexión entre lo físico y lo espiritual, y coinciden con el sistema endocrino del cuerpo. Cuando están en equilibrio, los siete chakras principales ayudan a las diversas partes del cuerpo a funcionar perfectamente. Pero si están en desequilibrio o son disfuncionales o están bloqueados, se pueden manifestar diversos problemas mentales, emocionales y fisiológicos.

Vale, visto lo visto, yo diría también que son parte del cuerpo del inconsciente, en el cual son centros de energía. Esa energía que están generando es a base de frecuencias, en el cual, cada chakra vibra en un determinado rango de frecuencias. 

 Ya no solo es la energía que genera ese cuerpo, lo que es abajo es arriba, y ya os digo yo que esas frecuencias son las responsables del funcionamiento del cuerpo, o sea que según vibren eso influirá en nuestro cuerpo, con otro factor a tener en cuenta, que cada chakra tiene su glándula asociada en el cuerpo físico. Bueno, para que me entendáis, en el lugar donde se sitúa cada chakra hay una glándula en el cuerpo.

 ¡Peero! Acordaros de algo, las emociones también son frecuencias, y todo esto está pasando en el mismo plano: en el inconsciente. En el otro plano están las glándulas soltando hormonas.

Escuché, como casi siempre, de forma casual, una teoría que me gustó, que para mí tenía mucho sentido, en la cual se decía que las emociones son frecuencias, y dichas frecuencias o vibraciones se colaban en el cuerpo físico, y estas vibraciones se acoplaban en la cadena del ADN. Al acoplarse estas frecuencias en dicha cadena, se van soltando las proteínas que han sido capaces dichas frecuencias de liberar en la cadena del ADN. Volvamos a las emociones, las que son derivadas del Amor, estas emociones son muy fluidas y de altas frecuencias, mientras que las derivadas del temor son densas y de bajas frecuencias. ¿Qué quiero decir con esto?, simple y llanamente que cuanto más elevadas fueran las frecuencias, más y mejores proteínas se liberarían para un mejor funcionamiento de nuestro cuerpo. Siendo las emociones derivadas del Amor más fluidas y de más elevadas frecuencias, que las emociones derivadas del miedo y del temor, siendo estas densas y de más bajas frecuencias. Por lo tanto, estas emociones liberarán menos y peores proteínas, mientras que las derivadas del Amor liberarán mejores proteínas para el cuerpo.

Todo este cumulo de frecuencias las están creando los chakras en el cuerpo del inconsciente. En el otro plano, en el cuerpo consciente están las glándulas soltando hormonas. Y esta sería la química de lo que sentimos en el cuerpo físico, al encontrarse las hormonas que han soltado las glándulas, con las proteínas que han sido capaces de liberar las frecuencias en la cadena del ADN, al encontrarse es cuando surge la química por el cuerpo físico, ese fenómeno es lo que sentimos por el cuerpo.

 Los que estáis leyendo el libro, aquí os dejo las imágenes de los tres distintos grupos de chakras,

Los tres inferiores los del cuerpo físico. Su órgano, digamos que el sistema digestivo. Está comprobado que en los intestinos tenemos millones de neuronas perfectamente enlazadas, creando sus redes neuronales y conectadas con el sistema nervioso, que lo primero que nos afecta algunos acontecimientos es en el sistema digestivo.

Los tres superiores los del cuerpo del inconsciente. Su órgano el cerebro. Ni que decir de este tan misterioso órgano, donde tiene un campo magnético que hace de emisor y receptor con el mundo del subconsciente.

Y en el centro Anahata, la puerta de los tres chakras de la tierra con los del cielo y viceversa. Donde convergen el yo de aquí abajo con el Yo de allí arriba. Su cuerpo: el espíritu, el libre adverbio, TÚ.

Su órgano: el corazón. solo diré de lo hay a su alrededor un enjambre de neuronas todas bien conectadas formando esas redes neuronales, con otro factor a tener muy en cuenta: el campo electromagnético que se dice que es cinco mil veces más poderosos que el del cerebro.

Hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo.

Estas palabras son del Padre Nuestro, una oración con un mensaje muy profundo que nos dejo Jesucristo. Es en este centro energético donde lo que piensa el Yo de aquí abajo, lo está creando el Yo de allí arriba.  

Es el principio de la ley de correspondencia. Puede que también sea parte de la tabla esmeralda de Hermes Trismegisto: lo que es abajo es arriba, y lo que es arriba es abajo, o lo que es dentro es fuera. El subió de la tierra al cielo para volver a bajar. Lo que piensa el Yo de aquí bajo, lo crea el Yo de allí arriba, y una vez lo ha creado es el inconsciente que actúa, siendo cuando vuelve a bajar.    

Y DIOS NOS HIZO A

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