EL TIEMPO
Todos creemos saber que es el tiempo, pero ¿Qué es el tiempo? ¿Acaso son minutos o años? ¿O son todos y cada uno de esos momentos que hemos vivido?
Vale, ¿Y si el tiempo fuera una de las dos fuerzas del Yin y el Yang? En la mitología griega, que es muy sabia, tenían tres dioses del tiempo: Cronos, Aion, y Kaios.
¡Ya! ¿Y qué? Porque son tres diferentes dimensiones del tiempo, formando los tres distintos universos que somos. ¿Qué quiero decir con esto? Que no solo vivimos en el tiempo que marca las horas, en el tiempo de Cronos. y no podemos comprender la totalidad del Cosmos tan solo viéndolo desde este plano, donde todo lo que nos rodea es materia.
Sabéis que os digo, que nuestro tiempo no debiéramos de medirlo ni con las horas ni los minutos, sino como hemos vivido y sentido cada momento. Unos tan dulces donde el tiempo vuela, otros no tanto, y otros, más bien amargos, donde el tiempo ni pasa. Esa es la relatividad del tiempo, en la cual es la mente quien gestiona ese tiempo, dependiendo de las emociones y los sentimientos que hayamos tenido. Lo que se refería Einstein sobre la relatividad del tiempo, cuando dijo que no es lo mismo estudiar dos minutos y que se te hagan dos horas, o estar con un amigo dos horas y que se te hagan dos minutos.
Y todo está pasando en ese universo donde todo es mental, y todo lo creamos en la mente. ¡Sí! En ese universo que es mental, en el cual cada cosa llega en su preciso momento.
¡Peero! Si te das cuenta, ¿A qué nos referimos cuando hablamos del tiempo? ¿Va a llover, va a hacer frio? Es curioso que cuando nos referimos al tiempo se refiera a la meteorología. ¿Tendrá algo que ver con el otro tiempo?
Vale, vallamos al tema, observad qué impresionante montaje de fotografías, donde transcurre un ciclo del movimiento, concretamente, un año. Son fotografías del sol superpuestas, una por semana, en el mismo lugar y la misma hora. Y ahí en el movimiento con respecto al sol, aparece uno de los símbolos del Cosmos: el infinito.
Se trata de un bucle del espacio y el tiempo, en uno de los movimientos de la tierra, concretamente el del espacio recorriéndose por la eternidad del macrocosmos, creando uno de los símbolos más representativo y a la vez misterioso, que es el símbolo de lo infinito.
¿Peero, que tiene que ver el tiempo con todo esto? No es tan solo el símbolo de lo infinito, se trata de uno de los principios herméticos como es la polaridad, todo tiene dos polos, y aquí si que tiene que ver mucho con el tiempo. Si te das cuenta, mientras que en un hemisferio es verano, en el otro hemisferio es invierno, luego será otoño, mientras que en el otro hemisferio será la primavera, y así sucesivamente en ese bucle de este movimiento donde están estas dos polaridades.
Vale, ¿Por qué menciono las cuatro estaciones? Porque cada parte del símbolo del infinito sería una estación, donde en sus diferentes polaridades sería la opuesta, y no son solamente dos partes, son cuatro: empiezo subiendo, llego al equinoccio y bajo, me cruzo en el centro en otro equinoccio, ya estoy en la otra polaridad y sigo bajando hasta que llego al siguiente equinoccio y vuelvo a subir, siguiendo el movimiento y completando este bucle del espacio y el tiempo. Lo curioso es que nosotros lo apreciamos en un plano bidimensional, ósea el símbolo de lo infinito, donde en otro plano, el del tiempo eterno, ese símbolo sería en forma de una onda de una frecuencia.
Observar el detalle del tiempo en el reino de las plantas, este tiempo no se rige por el tiempo de Cronos, sino porque cada planta necesita su momento indicado en el tiempo. Y ese tiempo es el tiempo donde todo es mental, donde cada cosa tiene su tiempo, en la primavera los árboles florecen, hasta que en invierno digamos que mueren, para que a la primavera vuelvan a renacer en ese bucle del espacio y el tiempo. Donde cada momento tiene su tiempo, y todo esto pasa en un universo que es mental, donde su tiempo es el tiempo de Kaios.
Vale, los Mayas tenían un calendario en el cual les mostraban ya no solo el día, el mes, o el año. Sabían cuando iban a llegar las lluvias y ese era el tiempo que tenían que plantar el grano, y también sabían cuando tenían que recogerlo. Tenían mucha información sobre los acontecimientos ya no solo meteorológicos, les informaba cuando iba a ver un eclipse, los cambios de estación, o las fases de la luna. No sabría decir más cosas de dicho calendario, porque no me acuerdo de más cosas que mencionaban en aquel documental que vi hace ya mucho tiempo. Pero esto me da que pensar de qué tanto el tiempo meteorológico, como el tiempo están estrechamente ligados en ese universo donde todo es mental, en el tiempo de Kaios.
Y nosotros también existimos en ese tiempo donde todo es mental, pero ya no solo en el aquí y el ahora: en el presente. Dentro del kaos está la magia que existe en los acontecimientos, en el cual tienes que encontrarte con quien te tienes que encontrar, y que pase lo que tenga que pasar, aconteciendo lo que Jung denominó: la sincronicidad. Es curioso que Jung ya dijera que solo es cuestión del tiempo para que te encuentres con lo que has sembrado, ósea con tu destino. ¿A que me suena esto? A otro principio hermético, el que toda causa tiene un efecto.
Vale, tenemos un movimiento que está creando ese bucle en uno de estos tres universos: en la eternidad del macrocosmos, en el tiempo eterno de Aion.
Pues el otro movimiento, es el tiempo de Cronos, ¡Sí! el que es el que marca las horas, los años y los siglos, ese es el tiempo de Cronos recorriendo el microcosmos.
Que sepáis que todo esto del espacio y el tiempo, es otro de los principios herméticos: todo está en movimiento, y todo vibra.
El espacio y el tiempo al fin y al cabo son las dos fuerzas del Cosmos. Si, las dos fuerzas del Yin y el Yang, que están de diferentes formas en estas tres diferentes dimensiones del tiempo, el tiempo de Cronos en el microcosmos, el tiempo eterno de Aion en el macrocosmos, y el tiempo de Kaios en ese universo que es mental. Y a cada forma de esos tiempos le acompaña el espacio en distintos formatos, y no me refiero a la materia.
¿Queréis saber más del tiempo? El único tiempo que existe para nosotros es el aquí y el ahora. Porque aunque el reloj marque diferentes las horas, aquí o allí, en Paris o en New York, en Pequín o en Buñol, el tiempo es un mismo momento, y ese es el tiempo presente. Que tan solo es ese movimiento donde estos tres universos coexisten en un mismo lugar: en los átomos.
GRACIAS.
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