Y Dios nos hizo a imagen y semejanza.
Si nos vamos al lenguaje de los símbolos, se podría decir que este sería el símbolo de Dios, ¿Padre, Hijo y Espíritu Santo?
DIOS
Y Dios nos hizo a imagen y semejanza. Desde mi humilde opinión, no creo que se trate esa semejanza al cuerpo físico, sino que nosotros también tenemos esos tres cuerpos, y aquí hay mucha tela que cortar. Hermes decía que nosotros también formamos parte de la totalidad del Cosmos.
Empecemos por uno de los principios herméticos: todo tiene dos polaridades
Si acoplamos un segundo triángulo como el principio de la polaridad, este símbolo que aparece ya no es el símbolo de Dios, sería la conjunción de la energía del cielo junto con la energía de la tierra, ósea Dios y la humanidad.
Pues aún hay otro principio hermético, el del género, que si lo acoplamos el resultado sería el siguiente.
Y por el otro lado, si cogemos en lo humano lo masculino, en la parte de Dios estaría lo femenino.
Si cogemos en lo humano lo femenino, en la parte de Dios estaría lo masculino.
Ahí están los tres cuerpos: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, tanto en Él, como en nosotros, pero de distintas formas. Vale, por un lado, tenemos que en los tres planos estamos los dos: Él y nosotros, de distintas formas, pero estamos los dos, completando y siguiendo el orden de las leyes herméticas, tanto de la polaridad como del género. Pero esto lo dejamos aquí.
Y por otro lado, si nos vamos a la composición del Cosmos, como ya hemos visto ahí tenemos tres universos en el mismo símbolo del Yin y el Yang, para acoplar estos tres cuerpos, en esas tres distintas dimensiones del tiempo.
Y en los tres universos esta Él, en uno como el Padre, en el macrocosmos, en el tiempo eterno de Aion, donde nosotros estaríamos como el hijo con el inconsciente.
Aquí en el microcosmos en el tiempo de Cronos nosotros seriamos el padre, mientras que Él sería el Hijo: el alma.
Y es en el espíritu, donde está la esencia de lo que somos, donde se junta el Yo de aquí abajo: el libre pensador, con el Yo de allí arriba: lo que pensamos es lo que se crea allí arriba, el solo obedece. Y es ahí donde en un plano todos y cada uno de nosotros formamos parte de la totalidad del Cosmos. Donde Él está en el otro plano: en el Gran Espíritu, en el Espíritu Santo, o como se le quiera llamar. En ese tercer universo donde todo es mental. Donde me quiero imaginar que Hermes se refería cuando decía que nosotros también formamos parte de la totalidad del Cosmos. Pero todo eso forma parte del misterio.
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